Persona y personaje

«He llegado al límite de la contradicción entre persona y personaje»

Íñigo Errejón

El distingo es tan semántico como metafísico. En su origen, «persona» (del latín «persona», y esta del griego «prósopon») es la máscara teatral que oculta al personaje. La máscara de Edipo, a través de la abertura de la boca, amplifica el sonido y hace que sus palabras lleguen hasta las últimas gradas del teatro. El espectador griego nunca verá a Edipo, sino la imagen de su máscara. Todos los Edipos de todos los teatros de la Hélade tienen los mismos rasgos y, por tanto, son la misma persona. Sin embargo, el personaje, siempre escondido, son muchos personajes a la vez, tantos como consigue dibujar la imaginación del público. A partir de entonces todo estará al revés durante siglos: la persona será la ficción; el personaje, la realidad que esta ha velado

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