Una vida interesante

Creo que para escribir algo interesante hay que haber tenido una vida interesante. Y creo también que esto es un axioma que trasciende la literatura y alcanza la creación artística en general. Aunque, cuidado: lo interesante de una vida no queda reducido a la acción o a la aventura, o al menos no solo. La vida viajera y azarosa de Cervantes tiene un indudable interés, por supuesto, pero también la grisura centroeuropea de la biografía de Kafka es igual de interesante. Porque la experiencia humana es exterior e interior al mismo tiempo, y, para que esta sea interesante, las personas han de dar un primer paso que siempre es el mismo: un salto consciente al vacío, una entrada en la oscuridad de las decisiones vitales (en el caso de los hombres de acción) y de las reflexiones íntimas (en el caso de los hombres que son más contemplativos) que hará que la vida se vuelva interesante.

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