¿Se imagina usted a Jefferson, a Franklin o a Washington fundando un partido en 1776 que se hubiese llamado, qué se yo, PRIC, Partido Revolucionario por la Independencia de las Colonias? ¿O al Abate Sieyès y a Roberspierre haciendo lo propio en plena monarquía de Luis XVI? ¿Se imagina a Lenin montando un tinglado semejante para participar en la Cuarta Duma de Nicolás II? Es decir: ¿es capaz de imaginarse a estos personajes acatando las reglas del régimen político del momento y tratando de cambiar las cosas «desde dentro»?
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