Hiperlongevidad

Enfriamiento. Implosión. Expansión eterna. Según algunos físicos, una de estas posibilidades será el final del universo. Y después, no habrá un después. Por eso, el sueño de la inmortalidad no existe; existe el sueño de la hiperlongevidad. Ambos se confunden porque ni siquiera la fantasía puede concebir el final de todo. Deseamos prolongar la vida, no ser eternos. Ulises elige envejecer en Ítaca y rechaza la inmortalidad que le ofrece Calipso. Aunque la cuestión se vuelve sobrecogedora si nos preguntamos: ¿qué hace que una inmortal pueda enamorarse de un hombre de carne y hueso?, ¿su caducidad tal vez?, ¿acaso los dioses nos han hecho perecederos porque envidian que podamos morir?

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