Al final, todo sigue estando como lo conocíamos. Internet no ha provocado los cambios que algunos auguraban. La gente continúa leyendo libros, saliendo a la calle y distinguiendo entre la realidad de lo cotidiano y la virtualidad de la pantalla. El tiempo suele poner las cosas en su sitio y acaba concediendo a los sucesos la justa trascendencia que merecen. Lo digital ha puesto patas arriba hábitos sociales y personales, pero el mundo en que vivimos permanece estancado en la misma rutina histórica de siempre
Seguir leyendoCategoría: Salud Pública
El círculo
Lo llamo círculo porque es cerrado, aunque también porque tiene un centro. Su hermetismo significa exclusividad; su núcleo, influencia. Habitan el círculo quienes hacen méritos para entrar en él. Pero el círculo no es meritocrático, sino que se guía por las conexiones de agenda. Para el círculo, el mérito es del que conoce a la gente adecuada. Las relaciones que promueve no son ninguna novedad: yo te hago un favor y tú me lo devuelves algún día. Memoria de quien te ha beneficiado y talento para promocionarte son dos de los requisitos para entrar en el círculo. Sin olvidar, claro está, cierta conciencia de clase, es decir, el convencimiento de que pertenecerás a un grupo exclusivo que tutela a la masa.
Seguir leyendoMilitantes
Si la guerra es la continuación de la política por otros medios, crear tensión social es todo un arte. El enfrentamiento que provoca la guerra es explícito y burdo; el de la tensión, en cambio, es mucho más sutil. Quienes la idean no son ingenieros sociales, sino orfebres de la realidad. Liman y engastan los mensajes para polarizar el ágora convenientemente. El relato que resulta es consabido: luz frente a sombras, buenos contra malvados. Se recompone el universo para que este sea un sitio donde todo está por hacer. Y así se nos sugiere que el progreso es en realidad una ensoñación que oculta un complot que busca nuestra ruina. La izquierda se ha aliado con el globalismo y los poderes financieros. La derecha impulsa una nueva involución que acabará con los derechos conseguidos. Estamos en una hora crucial y tú tienes que elegir bando. Habla. Opina. Discute. Sé un militante.
Seguir leyendoCaminar
Para Ana
Desde que dejamos de viajar a pie, todo ha cambiado entre nosotros y el mundo. Por mucho que los escritores se esfuercen en lo contrario, el camino ya no es una metáfora de la vida, ni la novela un espejo que ponemos en él. ¿Qué importancia tiene el vita iter de los clásicos si ya se puede dar la vuelta al orbe en 67 horas? Nadie vive tan rápido. Ni tan fácil. Se doma la vida a la velocidad del paso, y se aprovecha en el dolor de las piernas, que es también el del alma.
Seguir leyendoEl principal enemigo del idioma
El español es actualmente el segundo idioma del mundo con más hablantes nativos (cerca de 493 millones), el segundo más estudiado con 23 millones de alumnos en todo el mundo, y uno de los que más proyección tienen en el futuro, pues se calcula que unos 700 millones de personas lo hablarán en 2050. Es también la tercera lengua más utilizada en Internet y la segunda más hablada en EE.UU., donde se prevé que, para el año 2060, el 27% de la población será de origen hispano, por lo que no resultaría descabellado suponer que un día pudiera haber un presidente hispanohablante rigiendo el destino de la (por ahora) primera potencia económica y militar del planeta.
Seguir leyendoEmprendedor
Cada época es dueña de su propio lenguaje. Cada lenguaje posee sus propias palabras. El poder tiene en el lenguaje una herramienta decisiva para construir instantes llenos de sentido. El lenguaje del poder no es espontáneo ni tampoco convencional. Es un producto prefabricado. Por eso, en el fondo, el lenguaje del poder siempre ha sido un antilenguaje. Y sin embargo, está presente. Más que eso: es ubicuo, tanto que ya forma parte de nuestras vidas. A veces pienso que ha usurpado el trono de la literatura y utiliza sus mismos recursos. Hoy el político genera realidades como antes lo hiciera el poeta.
Seguir leyendoEl mayor enemigo del progreso
Primero es el huevo y después la gallina, o, lo que es lo mismo, primero existe el sistema productivo y luego se concibe un sistema educativo que se adapte a él lo mejor posible. De hecho, la educación pública se universalizó durante la Revolución Industrial porque un gran número de trabajos relacionados con la industria, el comercio y los servicios requería la habilidad de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas sencillas. La realidad siempre es decepcionantemente prosaica: si los estados han invertido en capital humano y en educación ha sido por las necesidades económicas del momento, no por imperativos morales o filantrópicos.
Seguir leyendoDebates
No creo en el carácter de los pueblos ni en la voluntad general; ambas son cualidades de los individuos, no de la masa. Sí estimo, en cambio, que sea posible que a la sociedad se la pueda manipular como si fuese una sola mente, dirigir su comportamiento mediante técnicas de ingeniería conductista que trascienden esas emociones o esos instintos de los que suelen echar mano la publicidad y cualquier tipo de propaganda. Creo también que el control social más eficaz en países que han asumido la mitología de la democracia no es el que apela al bajo vientre (o, al menos, no solo), sino el que recurre a los luminosos territorios de lo intelectual, el que se produce cuando el poder acota los debates públicos, restringe los puntos de vista y los difunde para dar la impresión de que la opinión es múltiple, dinámica y relevante. Creo que cuanta más obcecación hay por el debate, menos libertad real existe. Creo, en definitiva, que los debates son el bromuro de la ciudadanía.
Seguir leyendoPersonillas
Poco a poco veo más rostros descubiertos en mi trabajo, sobre todo entre los estudiantes (no así entre los profesores, qué curioso), lo cual ha hecho que esta primera semana sin mascarilla obligatoria no haya reconocido a casi nadie. El día antes de la «liberación», se me ocurrió preguntar a mis alumnos si, ahora que podían, vendrían a clase con la cara destapada. La mayoría contestó afirmativamente, pero me sorprendió que los que aún se mostraban reticentes adujeran por unanimidad que seguirían llevándola porque les daba vergüenza quitársela.
Seguir leyendoQue le den
Creo que ha llegado la hora de que los profesores de literatura captemos el mensaje que los políticos nos envían con cada nueva ley educativa. En el mundo que estos llevan décadas inventándose, no hay lugar para disciplinas como la nuestra. Su distopía cutre y pueblerina hace tiempo que exige que esté prohibido aquello que no tenga ninguna aplicación social o que evite que el alumno sea empaquetado y servido en el mercado laboral del futuro sin que al menos se plantee por qué el mundo se parece cada vez más a una serie de Netflix. España no puede permitirse que sus camareros, sus putas y sus guías turísticos hayan leído el Quijote, ni tampoco que sus médicos o sus ingenieros sean capaces de experimentar placer estético alguno o sentirse tentados por cierta curiosidad improductiva.
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